Si nos ponemos a analizar cuál es la idea que mantiene el orden
establecido dentro del estado de las cosas es el miedo constante de que
el Estado ejerza violencia física sobre nosostrxs. Las injusticias más
obscenas hacía la vida y la humanidad ocurren dentro del capitalismo y
aunque lxs explotados y marginadxs somos la mayor población mundial
capaz de hacer cambiar las cosas esto no ocurre, ni siquiera se nos
pasa por la cabeza a la gran mayoría y esto es a causa de un fuerte
imaginario social hecho a base de privación y amenaza, primero impuesto
por la fuerza y luego fundamentado por discursos y condiciones escritas,
estas son la Ley y La cárcel.
Es la cárcel el sitio al que somos desechadxs cuando nos somos
funcionales al sistema, tanto cuando no podemos como cuando lo
combatimos y las causas para ser encerrados son infinitas el estado
pretende que creamos que todo aquel que rompa la ley debe estar ahì,
para remediarse, corregirse o simplemente para no volver a salir a
estorbar la vida del buen ciudadano, revelándose así como lo que
realmente es: un campo de concentración.